sábado, 21 de septiembre de 2013

WALTER SILVA YOPALEÑO DE CEPA




SU VIDA Y SU OBRA EN 20 AÑOS DE CARRERA ARTISTICA
UNA,RECOPILACION DE,REDACCIÓN LLANO SIETE DÍAS
andmol@eltiempo.com,Y ESTE SERVIDOR
FRANCISCO CANAPIAL ROMERO
PARA EL LLANO Y SU MUSICA

El cantante habla de sus 20 años de carrera musical, en los que ha grabado más de 110 canciones.

Hace dos décadas la música llanera no le interesaba mucho. Su pasión era el deporte: en 1992 fue arquero de microfútbol de la Selección Casanare, y como estudiante de bachillerato del Braulio González, de Yopal (Casanare), creía que su vida iba a terminar como licenciado en educación física, pero, años después, resultó con dos nominaciones al Grammy latino, ambos premios esquivos.
Acaba de grabar un demo de música llanera para participar en un concurso a nivel Latinoamérica. Lo hace en un estudio en el barrio Villa Codem, de Villavicencio. No da detalles. Le interesa promocionar su disco de lujo ‘20 años de joropo, vida musical’. Por eso, sale de grabar y baja para la entrevista.
Lo acompaña el productor del demo y su esposa –lleva mes y medio de casado tras cinco años de noviazgo–. Se le ve feliz: dice que el disco, con 6 CD’s y cerca de 80 canciones suyas, en pocos días se ha vendido muy bien. Es la recopilación de sus 20 años de carrera artística, desde que grabó en casete el álbum Romance del coleador (1993), hasta su más reciente, ‘No me recoja el envase’.
Pero su cumbre artística la tocó en 2008 y 2009 con dos nominaciones a los Grammy latinos por los discos ‘Nuevo Joropo Colombiano’ y ‘No le Camino más’. Este último, lo ha marcado comercialmente, pero espiritualmente ha sido ‘El chino de los mandados’.
Con ese reconocimiento vino el boom de los conciertos; logró construir su cabaña ‘Pan de pobre’ y hace poco ‘Cholo’ Valderrama, su amigo y quien le ganó el Grammy en el 2008, le vendió 50 hectáreas de su fundo. Allí quiere construir un nuevo hogar. Por ahora vive en Bogotá con su esposa que, al final de la entrevista, se rehúsa a la foto, pero es la misma novia con la que duró cinco años.
Esta fue la entrevista:
¿Antes de grabar ‘Dónde andará mi muchacha’ (1993), que incluyó en su primer trabajo musical, quién era Walter Silva?
En ese momento yo era estudiante de bachillerato en el colegio Braulio González, de Yopal, Casanare. No me interesaba, la verdad mucho, la música llanera, Yo era muy buen deportista y mi tiempo lo dedicaba al deporte.
¿Si tanto le gustaba el deporte, por qué se dedicó a la música?
Grabé por curiosidad. Había en Yopal un señor José Suárez, tenía un programa radial, ahí para los espontáneos. Y él se inventó un sello disquero, yo grabé ‘Donde andará mi muchacha’ y le dije que lo sacara. Yo ni tenía tiempo ni plata para sacar eso, y él lo sacó al mercado y ahí nos pegamos (…) fue un suceso musical en Casanare, no me puedo engañar, pero no salió de allá.
Ahí vio la música como posibilidad…
No le dedicaba mucho tiempo a eso, ya cuando me di cuenta de que tenía que trabajar de alguna manera para sostenerme, fue que mire por la música como una posibilidad, pero no fue de la noche a la mañana que empecé a sostenerme cantando, sino después de muchos discos.
¿Cuánto tiempo pasó para que su música empezara a ‘pegar’?
Siete años y 5 casetes (…) Cuando grabé ‘A que te dejas querer’, ahí sí la cosa tomó un rumbo, un norte y una responsabilidad. Me abrió las puertas en el Llano, ya después surgió el proceso ascendente, uno tras de otro, luego ‘pegué’ mucho más ‘Ríos de trago’, después apareció ‘Ya no le camino más’, ‘El chino de los mandados’, que sonó más. Y ahora con el disco que quiere sonar, que es ‘No me recoja el envase’, y no puedo decir que ha sonado como los otros, porque no me puedo engañar.
¿Cuál ha sido la felicidad más grande como artista?
Sin duda, los Grammy latinos (2008 y 2009), las nominaciones. Esa es una experiencia que ojalá todos los cantantes del llano pudieran lograrla por felicidad personal y por el joropo mismo, sin duda, es el punto cumbre que yo he tenido.
¿Hay algunos que dicen que para la nominación hay que estar en la ‘rosca’?
Es la mediocridad del joropo joven, ellos mismos se cierran las puertas, nosotros nos unimos a un gerente payanés, un señor payanés, que tiene una disquera (Vibra Music) y él por iniciativa propia inscribió sus productos, no solo a mí y a ‘Cholo’ (Valderrama). Logró un Grammy con la Filarmónica de Bogotá y con Juan Piña y una nominación de Reynaldo Armas. Esa es una política empresarial, pero si los muchachos jóvenes en medio de su envidia y mediocridad no se acercan a una disquera jamás lo van a lograr, porque eso se llama ser ciegos y no querer salir adelante, uno no puede darse el lujo de seguir grabando en el Llano con producciones ‘Pepito Pérez’ y creer que uno tiene una disquera, las disqueras son cosas serias, de hecho con las disqueras uno no gana un peso, por el contrario, antes pierde, pero se obtienen cosas muy grandes.
¿Qué piensa entonces de esos comentarios?
Siempre he criticado ese comentario. De eso sufre la nueva generación del joropo, de envidia, de estrellas, de gente que los promociona, por políticos o medios de comunicación y ya quieren pasar por encima de ‘Cholo’ o Juan Farfán. A mí me tocó la época de Villamil Torres hacia acá, porque atrás fue muy bonita época porque no había tanta estrella que quisieran a codazos abrirse puertas, de allá acá me ha tocado liderar a mí una corriente de cantantes jóvenes.
¿El momento más difícil de su carrera?
Cuando salió el primer disco mío. Cuando llegaron a Pore (Casanare), mi pueblo, a vender un casete. La gente se burlaba del casete. Algunos decían que preferían limpiarse el rabo con los cinco mil pesos.
¿Y las canciones que más lo han marcado?
Comercialmente, ‘Ya no le camino más’, y espiritualmente, ‘El chino de los mandados’
¿Se le subió la fama cuando empezó a ‘pegar’ sus canciones?
Me la subieron como un arma destructiva, como el talón de Aquiles me crearon esa imagen de mala gente, de orgulloso y de creído, pero la gente empezó a desechar ese comentario (…) Tuve fama de creído, pero siempre he culpado a la música llanera de habérmela creado como arma en mi contra.
¿Quién le creó esa fama?
La gente o los compañeros. Cuando yo empecé a cantar, vea hermano, había una corriente muy difícil. La generación del joropo actual es la más difícil y nadie puede negar que yo lidero esa corriente, de 20 años para acá. Yo soy la persona que más suena de siete años acá, y entonces eso ha sido difícil, no crea, eso no tiene sus partes negativas, los muchachos quieren salir adelante y son muy jodidos, me lo han dicho en mi cara: yo quiero grabar para sonar más que usted. Hay mucho mánager que ha dicho que el objetivo es sonar más que Walter Silva, error, es una generación difícil, yo callo las orejas. Si yo fuera orgulloso no hubiera aceptado estar en los premios Corculla y ahí me tienen compitiendo con puros muchachos, excepto Carlos Rico que es una persona que yo admiro mucho, que canta mucho, y debe ganar.
Hace un tiempo lo criticaron porque se pasó de copas en un evento. ¿Qué pasó?
Yo no estaba cantando. Hace año y un mes había un coleo de cantantes en Yopal, ese día, 25 de agosto, cumplen años dos hijos míos, entonces yo bajé de Bogotá, de sacar a mi mamá de una clínica para dejarla en casa y me vine para Yopal, yo quería saludar a mis dos hijitos. Me dio por tomar y le dije al organizador del coleo: primo, yo no voy a cantar, voy a ir a tomar a la manga. Me metí a los dos de la tarde a tomar cerveza con un amigo, me emborraché. Entonces el ‘Cholo cantó’, el sí cantó. Yo desde temprano dije no canto, y en medio de una borrachera, un cantante joven me ofendió y yo le zampé la mano, así fue de sencillo, detrás del escenario, no fue frente a la gente, pero como yo era el conocido, los medios titularon que yo me había tirado la fiesta, noticieros, periódicos. Como a los tres días nos pedimos perdón (con el cantante).
¿Se arrepiente de lo que ocurrió ese día?
Me arrepentí tanto que duré un año y cinco días sin tomar un grado de alcohol, porque yo no he sido tomador, no me ha gustado el trago, me lo tomo sabroso cuando quiero, pero no me hace falta.
Pero el más reciente trabajo es ‘No me recoja el envase’. ¿No se contradice?
Es una canción como para ‘pegarla’ en los borrachos, pero no soy tomador, para nada.
¿No le fue bien con la canción?
Ya me di cuenta que ya la gente la corea. Toda canción es valedera, lo que pasa es que, lo de ‘No me recoja el envase’, ya saben que yo no vivo de esas vainas, yo caí en la trampa, de pronto, de querer volver a sonar muy fuerte y las canciones no hay que forzarlas, esa canción lleva un año y hasta ahora la gente la empieza a corear. Fue difícil y además que tengo un antecedente muy duro que es ‘El chino de los mandados’, que difícilmente iba a dejar salir una canción tan fácil. El disco pasó casi de agache, ahora ya empecé a grabar lo que a mí me ha gustado grabar siempre, que es la parte criolla, la parte campesina.
¿Cuántos discos ha grabado?
He grabado 10 casetes, deben tener grabadas 110 canciones, máximo 120 porque en cada disco grabo 10, 11 o 12.
¿Las nominaciones suyas y el Grammy del ‘Cholo’ le cambiaron la vida?
Nosotros decíamos que ojalá uno de los dos fuera y que algo sucediera con la música llanera y sucedió. Y eso nos ha ayudado mucho, eso nos cambió la vida a nosotros y a mucho cantante del joropo le cambió la vida. Si lo niegan se están negando ellos mismos que está trabajando, nos sirvió a todo el mundo, el joropo en Colombia hace siete años no era bien pago, en las fiestas de los pueblos nos metían siempre en un rincón, después de eso la gente ha despertado mucho cariño por la música llanera, con concierto donde hay cinco mil o diez mil personas y corean la música llanera, eso no sucedía hace siete años, puedo jurar que no.
¿Lo han tratado mal en algún concierto?
Pésimo, la peor humillación para un cantante llanero es prestarse para abrir un concierto de una estrella internacional. La gente de logística de esos conciertos son humillantes, groseros con el cantante llanero, por ejemplo cuando yo estuve donde Vicente Fernández (en el concierto en Villavicencio), lo que faltó fue que me pegaran o que yo le pegara un coñazo a un tonto de esos.
¿Qué pasó?
Primero, cuando yo firmé el contrato pedí un enlace entre la organización y yo, pues para todo lo de logística, segundo porque pedí tiempo atrás a qué hora exacta yo cantaba, incluso dejé de ir a Castilla La Nueva por cumplir en el concierto de Vicente Fernández, y tercero nunca me dijeron a qué hora cantaba y cuando yo llegué al estadio ya estaba cantando Silvestre Dangond. A mí me habían dicho que yo estaba por ahí de segundo y yo me basé en eso y llegué al concierto y todos tenían camerino, menos nosotros. Yo no peleé esa noche porque uno es muy madre. Me trataron muy mal, no me pagaron, me quedaron debiendo la mitad. Dijeron que yo había llegado tarde. Yo llegué a las 8 p.m. y ya estaba cantando Silvestre, pero a mí no me dijeron que él era primero. Y yo tengo una canción de eso, se llama ‘Dignidad del cantor’ y es muy posible que salga en el próximo disco. Nació a raíz de eso, del maltrato que tuvimos.
Además de ser cantante, también es periodista…
Yo siempre quise, yo soy un tipo visionario, yo soñaba que si yo estudiaba medios de comunicación, la música que yo hiciera iba a tener otra posibilidad en otros medios que no fueran los regionales (…) Y yo había escuchado que Inpahu tenía renombre por sus periodistas, y que era sencillo, humilde y barato, y siempre soñaba que algún día yo pudiera valerme de los medios para promocionar la música llanera y me ha servido mucho, Yo soy periodista técnico.
¿Qué proyectos vienen?
Estamos ahora con el disco ’20 años de joropo’. También los vamos a celebrar el 25 de octubre en el coliseo Bicentenario de Yopal. Hay un evento que lo va a organizar Acord Casanare y se llama ‘Cumbre del joropo internacional. Llaneros en los Grammy latinos’. En ese parrando estará Reynaldo (Armas), que debo reconocer que duró cinco minutos para decir que sí, el ‘Cholo’ y yo.